jueves, 25 de octubre de 2012

Presa del trabajo

Recuerdo como de pequeña pensaba que quería crecer rápido para poder trabajar, y tener dinero y comprar todo lo que quería. Pero jamás pensé que trabajar fuera también dejar de lado cosas que te gusta hacer, sacrificar horas de sueño y a veces quedarte con un sabor de boca algo extraño. Me cambié de trabajo porque pensé que podía crecer más profesionalmente y porque obviamente me subirían el suelo. Pero, ahora que ya estoy subida en este tren, pienso, que el crecimiento profesional es algo relativo y que el aumento de sueldo, no lo he podido disfrutar como quiero porque tengo que trabajar largas jornadas. Entonces, a más sueldo más trabajo, menos vida personal? Hoy es uno de esos días en los que agradezco tener empleo, pero que quisiera estar trabajando en otro lugar. En un lugar donde haya emoción, más retos, donde pueda viajar y entrevistar. Quisiera renunciar pero sé que tengo que ahorrar para partir el otro año en busca de mi sueño, y supongo que esto es lo que estoy sacrificando para poder ver el fruto lo antes posible. Definitivamente soy desesperada y este trabajo ya me está volviendo loca. La monotonía, tranquilidad y falta de emoción me matan día a día. Por dentro tengo miedo, miedo a fracasar y no lograr obtener lo que quiero, pero una parte de mí está segura que mi intento valdrá tanto la pena que cuando sea vieja, diré el tiempo que trabajé y no me apasioné no fue perdido, fue una gran enseñanza de vida. Quisiera estar en un canal de tv, entrevistando personalidades, o en una revista escribiendo de moda y estilo de vida. Pero mientras llega ese momento, no me queda más que quedarme en este lugar y sentirme presa del trabajo. Lo bueno mañana es Viernes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario