miércoles, 24 de octubre de 2012

Por qué Morir viviendo

Tenía meses con la intensión de volver a escribir, por el puro placer de hacerlo, no porque debo. A veces en lo cotidiano se nos olvida lo formidable de ser periodista. Y se llama morir viviendo, porque el día que muera quiero que mi epitafio diga que morí viviendo. Así me gustaría ser recodada como una mujer que vivió su vida al máximo, que hizo lo que quiso, que vivió plenamente hasta el último suspiro, que fui feliz porque viaje, conocí, probé, me enamoré, lloré, sufrí, me entregue y me entregaron. Quiero que mi vida sea perfecta desde mi perspectiva, y ojo, eso no quiere decir que sea perfecta para todos. Solamente perfecta para mí, perfecta porque no me deje vencer por nada y nadie, perfecta porque tanto las alegrías y tristezas las viví con pasión, porque me permití sentir y eso me dará la vida eterna. Así que mi promesa, de mi para mi, es que moriré viviendo, y viviré para ser lo que quise ser. En este blog, pienso escribir de todo y nada, no esta destinado a nada, más que liberar mi espíritu, y será como contarle a un amigo de mi vida. No pretendo ser leída, o entendida, pretendo ser yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario